Por mucho tiempo, creo que la mayor parte de mi vida, deje que las personas usaran sobrenombres en mi. Me etiquetaran e hicieran de mi y de mi físico una burla para ellos. El nombre que menos escuchaba cuando se referían a mi era mi propio nombre. Lo aceptaba sólo para que no me hicieran más daño del que ya en ese momento me hacían, para que ellos pensaran que no me afectaba y que yo era una persona fuerte.
Con el tiempo entendí que dejar que pasaran esas situaciones estaba mal, era incorrecto dejar que me definieran por algo externo. Ni siquiera por como era yo en mi interior, era una falta de amor propio hacia mi misma. Y para ellos Parecía que eso no importaba a la hora de desprestigiarme. Muchas veces los comentarios venían de gente que no me conocían, esos hacía que para mi no tuvieran tanta importancia. Pero lo peor venia cuando muchos de esos comentarios llegaban de los que decían ser mis amigos o muchas veces de familia, que decían ser tíos y primos que me querían.
Yo pensaba que ellos al conocerme porque muchos me vieron nacer y me conocían desde que era una niña, solo me iban a querer, pero me equivoqué. Muchos de ellos hicieron de mi vida una tormenta cuando solo era niña.
Dedicaban su vida a molestarme a mi, cuando en realidad deberían haber gastado su tiempo que arreglar sus propias vidas.
Nadie nace etiquetando y juzgando al otro. Eso se aprende, cuando se es niño, mirando a los adultos. Y cuando nos convertimos en adultos repetimos la historia con nuestros hijos y termina siendo un circulo vicioso que no se acaba y se agranda cada vez más.
Yo no uso etiquetas, no son parte de mi vida. Me crié en un ambiente donde aprendí a respetar a las personas por lo que son, no por como se ven. Aprendí que nadie es perfecto, que no porque uno tenga más dinero que otro es más importante, que hay que respetar a todos por igual y a ser humilde. Que a mi juicio es algo que falta en esta sociedad. La amabilidad por otro lado, también es algo que nos hace falta.
Yo intento aportar desde aquí, desde esta vitrina que no todo el mundo se da el tiempo de leer, intento poner mi granito de arena para hacer del mundo un lugar mejor, sin tanto prejuicio y mucho más amistoso.
Por eso esta página se llama "Las Etiquetas No Son Para Mi". Porque en realidad no lo son. No las uso, ni me gustan, porque en mi mundo las etiquetas son solo eso. Etiquetas que se usan para poner a los productos o a la ropa. No a las personas.