Todos somos como somos (suena raro jaja), por un motivo en particular.
Nadie tiene su personalidad específica por nada. La vida, sus problemas, su alegrías, van haciendo de nosotros las personas que todo el mundo conoce.
Lo que pasa es que muchas veces te juzgan por tu manera de ser, o por lo que haces o dejas de hacer, si antes darse el tiempo de ponerse en tu lugar.
Por ejemplo en mi caso. Muchas veces la gente no entiende el motivo de ciertas actitudes mías. Yo tuve un cambio. Hoy me dicen que soy fría, distante, muchas veces prácticamente para las personas tengo corazón de piedra. Eso es lo que soy para algunos. Pero se dieron el tiempo de saber el motivo por el cual soy así? Todos juzgan sin haberse puesto en mis zapatos. Sólo critican la consecuencia que dejó ese momento doloroso en mi vida, como para que yo cambiara de actitud. Y para las personas es más fácil ver mi actitud final, que querer saber de mi, tener esa empatía que tanto falta y logran entenderme en vez de juzgarme.
Como yo, hay muchas personas, con ciertas actitudes que, la vida misma, sus penas, sus alegrías y el tiempo, se las fue dando. Muchas veces no coincidimos y preferimos juzgar SIN SABER antes de sentarnos a conversar y tratar de entender al otro. Es más fácil de esa manera, es más rápida y no nos causa mayor problema.
Si a nosotros nos molesta, que nos prejuzguen, entonces porque nosotros lo hacemos con el resto?
Porque hacemos lo que no nos gusta que nos hagan?. Todos sabemos que en la vida, nos vamos a encontrar con diferentes tipos de personas, con diferentes historias. Muchas no nos van a gustar, o no vamos a estar de acuerdo en opiniones. Pero eso no nos da el derecho de juzgar ni rechazar a alguien sin saber su historia.
Hay gente que trae heridas en su alma desde que son niños, que aún no son capaces de cerrarlas y están en proceso de (Por eso sus acciones). Hay personas en cambio, que logran cerrar su heridas, más rápido que otros y logran estar mejor (Por eso sus acciones). Y hay algunos que se creen con el derecho de juzgarnos, por lo que somos y no somos, por lo que hacemos o dejamos de hacer o por lo que nunca hicimos.
Yo no se quién les dio el derecho de creerse superiores y hablar de ti como si conocieran mejor tu vida que tu mismo. Me llega a dar risa escribirlo, porque es así. Hay gente tan entrometida (por no decir una grosería) que prefiere vivir de los dramas del otro y más encima juzgarlos, que hacer un mea culpa y revisar su propia vida, en busca de respuesta sobre sus actitudes. El porque son como son, y que los llevó a eso. Si no que prefieren ser del tipo cruel, que no tienen nada mejor que hacer, que vivir criticando al otro, sin mirar su propia historia, como si esta fuera nada más que perfección.
No hay que juzgar sólo porque no logras entender la vida o el sufrimiento del otro.
Eso es lo rico de ser todos distintos, que tenemos la posibilidad de aprender del otro. Nutrirnos de sus historias, de otras enseñanzas. Para así aprender de estas y nosotros ser mejores personas, para que después otros puedan aprender de tus historias y aprender de ti y de tus experiencias.
La empatía, el ponerse en los zapatos de otro es como dicen por ahí y en lo que realmente estoy de acuerdo. "Es escuchar con los oídos de otro, ver con los ojos de otro y sentir con el corazón del otro". Nada más fácil que eso. Y para ponerlo en práctica debemos empezar por nosotros, aprender a aceptar a los que no tienen nuestros pensamientos y lograr entenderlos, de manera que al hacer un juicio, este se haga con fundamentos, no sin saber y en la más absoluta ignorancia.
Porque lo que para ti un tipo de problema, es como un una pequeña roca, para otros son una montaña completa. No digo que debamos estar de acuerdo con lo que piensa el otro, si no que podemos respetarlo y lograr ponernos en su lugar y no juzgar. Porque al juzgar sin saber, sólo le damos paso y un camino abierto a la ignorancia, del cual nos cuesta tanto salir por ser muchas veces tan cerrados. Porque uno no sabe como funciona la cabeza de la otra persona y cual es su nivel de fuerza a la hora de enfrentar un problema.
Sentir con el corazón del otro...
Ojalá y más gente lo hiciera, porque la empatía, como dicen por ahí es una cualidad de nuestros sentimientos que podría definitivamente cambiar el mundo y nuestra manera de verlo.
Así que yo me pongo en tus zapatos, porque entendiendo, respetando, escuchando y no juzgando, queda de lado la ignorancia, el prejuicio y la maldad. Y le damos paso a la tan desaparecida y buscada aceptación. Que tanto necesitamos hoy en día.
Respeto y entendimiento de que todos somos distintos. Que son nuestras historias y vivencias lo que lo prueban. Y que de eso distinto viene lo rico que tenemos cada uno. Lo importante de ser tan distintos, es que eso precisamente, nos hace a todos iguales.
Ponte en mi zapatos, inténtalo, que yo me pongo en los tuyos, quizás tengamos más en común de lo que pensamos.