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domingo, 12 de agosto de 2018

El sombrero.

Hace unos días atrás, publiqué en mis redes sociales una situación que llamó mucho mi atención. Una situación que me ocurrió a mi y que estoy segura, a más de alguien le ha pasado una situación similar y quería compartirla por este medio para los que me leen por aquí.

Como comienzo...

Para mi ser "diferente" es lo mejor que podemos tener. Siento que mientras más distintos seamos, más auténticos somos. Con nosotros mismos y con el resto. Tenemos esa identidad única, que nos diferencia y nos hace destacarnos más.
Si bien a mi me gusta que todos seamos distintos, la verdad es que no todos se mantienen así. Todos al nacer somos distintos, pero cuando vamos creciendo, vamos creando ciertos patrones, que nos hace parecernos unos con otros. No físicamente, pero si en la manera de vestir, en la manera de hablar, para entrar en distintos grupos sociales, para ser aceptados o para pasar desapercibidos. Lo cuál es una pena porque se va perdiendo esa identidad que todos tenemos y que muchos ocultan por miedo a ese rechazo. Es tanto lo que vamos cambiando, que al final nos vamos convirtiendo en uno más del montón.

Pero no todos caen en eso. Hay algunos que van más allá, sabiendo que al salirse de la fina línea de lo "común", pasamos a la vereda de lo "raro" "las miradas extrañas", "las risas que pasan a burla" o simplemente el rechazo descarado. Sin asco...

Hace unos días, me pasó a mi una situación en particular, que en algún momento me hizo sentir en el prejuicio de la gente. 
Me bastó salir a dar un paseo a la calle, para recibir todo tipo de miradas...
Los que me conocen, saben perfectamente de lo que hablo. Pero los que no, les cuento que yo soy fanática de los sombreros... me encantan, los adoro y hace unos días atrás se me ocurrió salir con uno en particular a la calle. Generalmente son todos negros los que yo uso. Pero esta vez hubo uno que cautivó mi corazón y está lleno de pelotitas de colores. Inusual para salidas a la calle en ciudades pequeñas (Nota personal)... 
En fin, para no aburrilos con mi obsesión con este accesorio, sigo con mi historia. 
Bastó unas dos horas en la calle con esta preciosura y comencé a notar unas miradas extrañas. Unas miradas 360° hacia mi persona. Miradas llenas de prejuicios. Y digo de prejuicios, por el "tipo" de miradas hacia este sombrero maravilloso. Sentía el juicio de las personas. Vi miradas feas, de desagrado, de burla y que me hicieron en algún momento sentir mal. Hasta que me di cuenta, que los que estaban mal aquí eran ellos y no yo...
Dejé de sentirme disminuida y comencé a sentir orgullo por llevar algo que me hiciera salir de lo "común" de lo que todos estaban acostumbrados. 

Si lo pienso bien, yo lo sabía. Era obvio que me iban a mirar, lo supe desde el minuto en que lo compré. Sólo que vivir esas miradas en vivo y en directo, es más molesto y doloroso de lo que uno imagina. Pero a la vez me hace tener, lejos mucha más empatía con ellos que van por la vida, con estilos, tallas, colores y tantas cosas diferentes. Y me hace lejos sentir más respeto y admiración por ellos. 
Nunca imaginé que un simple accesorio, me iba a enseñar tanto.
Este sombrero que ese día me trajo miles de miradas y me hizo en su momento sentir mal y arrepentida de haberlo comprado, se convirtió en el sombrero que en ese mismo día me regaló una lección que con gusto aprendí. 
Una lección que hoy quiero transmitir para aquellos que les gusta andar por la vida saliendo de lo "común" y sienten orgullo de hacerlo. Porque no importa lo que piense el resto, ustedes sigan bailando su propia canción. Porque yo sé que las personas no están acostumbradas a ver cosas o personas diferentes, se quedan con la comodidad de ver siempre lo mismo y a primera vista rechazan lo distinto. Eso lo tengo muy claro, pero sinceramente, en mi opinión, eso distinto que todos nosotros tenemos y de lo cual hay que sentirse orgulloso, es por lejos, lo que nos hace más increíbles y únicos. 

domingo, 5 de agosto de 2018

Let it be...

Y así es la vida... 
Se dice que todo sucede por un motivo. Que nada es porque si o porque no. Que todo es para aprender, para llorar, para reír, para entender. (No se que cosa en estos momentos) o simplemente para vivirlo. Para dejar las cosas ser... 
Hace años atrás hice un tatuaje en mi piel con la frase "Let it be". Una canción absolutamente famosa de una banda más famosa aún. Recuerdo que me hice este tatuaje por una razón muy específica. Aparte de ser una frase entre mis hermanos y yo. También era un modo de ver la vida. "Déjalo ser", deja que las cosas pasen. Quizás es la manera en que el dolor se vaya más rápido, es una ayuda para hacer los malos momentos más llevaderos? Una especie de terapia para relajarnos de todos los problemas que muchas veces vienen todos juntos? "Déjalo así " "Déjalo ser ". Deja que siga su curso normal....
Hubo un tiempo en mi vida en que muchas veces no me miré el tatuaje que tengo, se me olvida incluso que está ahí, incluso llegó un momento en que volví a preguntarme en realidad que significaba esta frase en mi vida. Hasta que lo que estoy viviendo en estos momentos, me llevó a mirarlo nuevamente. A volver a decir "déjalo ser". Sigue adelante, por algo suceden las cosas, no sacas nada con seguir llorando, los problemas no se van a ir más rápido.
Quizás nos sirva para sacarnos vendas de los ojos, para llorar o reír, como lo decía al comienzo de estas letras. Para entender muchas cosas a las que le buscábamos una respuesta o simplemente para seguir viviendo. 
La verdad es que hoy en día prefiero de todas maneras hacerle un honor a mi tatuaje y dejar todo ser... Dejar todo que pase, que siga su corriente natural y lo que es nosotros, sigamos nadando y nadando hasta que todo se acomode de la mejor manera posible. Porque para tratar de entender todo y para sufrir por todo no estamos. Sin duda estamos para algo mejor.... Hay situaciones en la vida que es mejor "dejarlas ser", por dolorosas que sean, es mejor que avancen y avancemos con ellas que quedarnos en el mismo lugar sufriendo por algo que cuando miremos hacia atrás, no va a valer absolutamente la pena. Hay muchas buenas situaciones que merecen nuestra atención y las estamos dejando de lado, sólo por mirar el vaso medio vacío... Así es la vida, con de todo un poco. Hay que dejarlo ser, sigue valiendo la pena, sigue siendo hermosa y tu sigues siendo más fuerte que ayer y menos fuerte que mañana. Estamos todos en la misma. Estamos todos en la misma lucha. 
Suelta un poco, relajate. Todos tenemos un límite y hay que priorizar lo que realmente tenga valor en nuestra vida. Lo que es el resto de estos problemas, mejor dejarlos ser. Deja que sigan sólos. Miralos de vez en cuando. Pero no dejes que hagan de tu vida, una más miserable... No lo vale! Por nada. Somos bastantes inteligentes para saber diferenciarlos y saber priorizar... 
Hoy como nunca le hago honor a este tatuaje. Hoy como nunca dejo las cosas ser... Quién diría que este tatuaje iba a tomar tanta fuerza hoy en dia, sin saber lo importante que iba a ser para mi. Hay cosas lindas en la vida, te lo aseguro, sólo déjalo ser.
Let it be... 

martes, 12 de junio de 2018

El bloqueo de mi mente.

Llevo días y días sentada frente a un cuaderno, con un lápiz en la mano dándole los típicos golpes al este mismo de lado a lado cuando no sabes que escribir y estás bloqueada por alguna razón...
Siempre tengo ganas de escribir y es muy desagradable, cuando por esos bloqueos no logras sacar nada bueno para decir, lo que se torna un poco frustrante, porque trato de hacerlo lo más seguido posible, ya que hay mucha gente que me lee y es super fiel a lo que escribo, se sienten identificados y es por eso  que intento no pase mucho tiempo entre una y otra entrada.
Siento que muchas veces están "esperando" una de estas y si no escribo, me siento en deuda con ellos y a la vez conmigo y por eso pido disculpas si alguien necesitaba y yo no estaba ahí.
Todo tiene su motivo, había algo que no estaba bien. Me sentaba a pensar "¿De que quiero hablar hoy?", "¿Que necesitan de mi, las personas que me leen?". Es una pregunta diaria a la que muchas veces no tengo respuesta alguna y me frustra mucho cuando me veo en esta situación. 
Cuando tengo mil ideas en mi mente y no se plasmarlas, o no se me ocurre que decir.
Muchas veces siento, que gracias a la gente que me lee, debo darles una de mis entradas cada vez que se me viene algo a la cabeza, independiente de si yo estoy en condiciones de escribir o no.
Pero me di cuenta de que es muy injusto, porque ustedes no merecen algo a medias. No merecen leer algo que quizás yo solo puedo escribirlo para hacerlos sentir mejor, pero en realidad no me hace efecto ni a mi misma. Me pregunto muchas veces, cómo le doy ánimo a los demás, si en realidad con mi cabeza llena de tristezas ni yo misma podía darme ese ánimo....
Y entre conversación y conversación, me di cuenta que es tan válido estar así para mi también. Yo puedo estar mal, puedo estar triste, puedo no tener ganas de escribir....
Eso no me hace menos persona. Me hace lejos mucho más humana y vulnerable a muchas cosas, como cualquiera de ustedes. 

Sentía que escribir por escribir, sabiendo como me sentía, era una hipocresía, una falsedad de mi parte para con ustedes. Sentía que no quería que vieran mi vulnerabilidad, porque soy yo la que debe estar ahí para darles esa palabra de aliento que muchas veces no saben donde encontrar, soy yo la que debe tirarlos para arriba no al revés, por algo hice este blog... 
Pero hoy siento que la realidad es distinta, hoy yo necesito esa palabra de aliento, esa fuerza que hoy no se donde encontrar, esa tranquilidad que muchas veces no veo y que esa tristeza que hoy vive en mi, desaparezca.
Hoy soy yo la que necesita de todos ustedes, y lo irónico de todo esto, es que ya me están ayudando. ¿Cómo?, se preguntarán...La manera  que ustedes me ayudan, es cuando yo les escribo... ¿Se entiende?... Ustedes me ayudan sin que lo sepan, porque sin saberlo, la necesidad que yo tengo de escribirles y de hacer lo que me gusta, que es poder darles mis palabras, para ver si puedo ayudarlos, es lo que hoy me hace sentir un poco mejor y a la vez me está ayudando a mi.
Acabo de sacar unas pequeñas palabras, desde mi propio dolor, desde mi propia tristeza, sólo para decirles que podemos caernos, así como podemos levantarnos .Me voy dando cuenta como escribir para ustedes ayuda a mi mente a calmarse, como ayudarlos me ayuda a mi, y que si... podemos estar tristes. Somos personas y como personas tenemos ese derecho...
Llevaba de verdad mucho tiempo con un cuaderno en la mano y lo único que terminaba haciendo en el eran dibujos. Mi madre mi miraba y me decía "Ahh vas a escribir", y lo único que salía de mi es un "Lo estoy intentando". Necesitaba sacar de mi mente miles de cosas y refugiarme en lo que me gusta y me hace bien, pero sencillamente no podía y no entendía el motivo. 
Lo bueno, que para entender ese motivo es necesario que todos tengamos eso. Un pequeño refugio donde podemos acurrucarnos y si queremos, podemos llorar, pensar, reír, soñar y por sobre todo sanarnos. Tenemos las herramientas en las manos para poder estar bien. Es una cosa de actitud. De cambio de batería. Saco la batería mala y pongo la que esta buena y que sé que me va a hacer bien. Porque todos necesitamos estar bien. Lo merecemos y es necesario.

Ahora... lo que importa es aplicar estos consejos, no sólo ustedes, yo voy por el mismo camino. Estamos juntos en esto, no quiero volver  a caer en el dolor que estaba pasando, no lo necesito. 
Necesito estar bien, necesito volver a ser la misma que era antes y mucho mejor...
Sin pensarlo, mi dolor me ayudó a entender un poco, como muchos se sienten y cómo leer unas palabras de aliento pueden hacer que cambies de pensamiento. Nunca pensé que al escribir para ustedes hoy, me estuviera ayudando a mi. Yo siempre trato de practicar lo que escribo. Por algo lo hago. pero sinceramente, creo que es primera vez que estoy escribiendo y me salen lágrimas de los ojos. Y no porque estas palabras sean más importantes que las otras. No, es porque estas palabras vienen directas de un tristeza. No vienen de algo que ya superé, y que es una más de mis experiencias. Vienen de algo que estoy viviendo en estos momentos y que gracias a esto, más adelante se convertirá en una nueva lección. 
Y me gusta. Porque todo esto se hace más real y no importa que me vea más vulnerable ante ustedes, al contrario, es mucho mejor porque por lo menos sé que al estar así, estoy siendo una persona. 
Gracias por ayudarme, sin que ustedes sepan como, a liberar un poco mi pena. Gracias por hacer que me de cuenta que es valido estar triste y que de esa tristeza hoy salen estas palabras para ustedes y que nos sirven a todos.. Gracias por ayudarme y por dejarme ayudarlos. 

jueves, 10 de mayo de 2018

Soy un patito feo.

"Me gusta la gente rara...
Las ovejas negras,
Los patitos feos,
Los rechazados,
Excéntricos y solitarios.
Los perdidos y olvidados.

Generalmente estos individuos poseen las más hermosas almas"...


Hace días leí esta frase y creo que es tan cierta y define tanto a lo que yo siempre intento llegar y decir.
Creo que en esta simple frase esta basado este blog de pies a cabeza. 
El aceptar, el darnos la oportunidad de conocer a personas que para nosotros y el mundo que nos rodea son absolutamente diferentes. Porque así lo vemos, porque no encajan, porque son distintos a los que estamos acostumbrados a ver. Porque es más fácil rechazar, enjuiciar y maltratar al que creemos diferente, que abrir un poco nuestra mente y buscar ese tan necesitado y olvidado valor que se llama "respeto" y ocuparlo para bien.
Somos tan ciegos o tan autorreferentes que no nos damos cuenta que todos nosotros tenemos algo de "patito feo" en nuestras vidas. Porque así como hay personas que a nuestro ojo son de otro mundo, porque no tenemos los mismos gustos o porque no nos vemos igual, simplemente nuestra tendencia cae hacia el rechazo. Pero a ellos les puede pasar lo mismo que a nosotros. Nos pueden ver y decir. "No me gusta el/ella, porque no se ve bien o porque lo que hace no es de mi agrado y el rechazo cae a nuestro lado...

Que pasa con el mundo?, nadie nace odiando, nadie nace rechazando. Eso se aprende. De niño, hay padres que enseñan a rechazar solamente por como otro niño se ve, porque así lo aprendieron ellos. Es como una cadena que no lograr detenerse hasta que llegan algunos que se atreven a decir basta. Están. Esas personas existen. 

A mi me costó entenderlo, me costó ser una de las que dice basta. El miedo muchas veces pudo más que yo. Los prejuicios,las burlas, las encerronas y el bullying permanente que tuve en algún monento me hicieron callar, pero hoy me hacen hablar...
De adolescentes, cuando ya tenemos discernimiento propio y tenemos todo este rechazo impuesto, hace que algunos niños sean malvados con otros. Existe ese maldito "bullying" que hoy muchos niños sufren, sólo porque a uno se le ocurrió molestar a otro y por seguir al más popular hay muchos que lo continuan. 
Cuando nos vamos a dar cuenta del daño que causan las palabras. Si existiera un poco de respeto y tolerancia, podríamos aprender tantos los unos de los otros. Podríamos ver que somos todos "patios feos" , pero a nuestra manera y que de esa manera podemos enseñar y a la vez podemos aprender de otros. 

Es tan fácil, muy simple de hacer, no necesitamos nada. Ni dinero, ni posición social. Nada. Sólo ser respetuosos. 
Lo que yo hago es tan valido como lo que haces tu. Yo escribo ( o eso intento), puede que no sea tan buena para la ciencia, las matemáticas o el arte. Pero puedo aprender, o interesarme si conozco a alguien que hace de eso su vida. 
No voy a rechazar a alguien porque no le gusta la escritura. Y espero que no me rechacen a mi por amarla.
Mi punto, a lo que realmente quiero llegar, es que todos tenemos algo lindo que mostrar. No porque seamos opuestos en muchas cosas, significa que lo seamos en la vida también. 
Soy un patito feo, una oveja negra o una rechazada... Y ser eso, es lo que me hace a mi. Así que no escondan lo que son. No se dejen intimidar por aquellos que se creen superiores, porque nadie es más importante que el otro. Somos todos unos "rechazados" pero a nuestra manera y con almas realmente hermosas...

lunes, 2 de abril de 2018

Yo valgo, tu vales, todos valemos!

Están esas personas, que están siempre en tu vida, están las que pasaron, dejaron su marca y separan su camino del tuyo y no vuelven. Y están las que alguna vez pasaron, se fueron y hoy, las tantas vueltas de la vida las trajo de vuelta. Por que?, no lo se, quizás para abrir heridas del pasado, o también puede ser para sanar una herida de ese pasado. Quizás porque necesitaban ese tiempo de distancia y hoy se pueden dar el tiempo de crear nuevas lecciones juntos... La verdad es que sigo sin saberlo, lo único que por el momento sé es que sin duda es un agrado que estén de vuelta.
Esto lo digo, porque siento de una manera importante que lo que hacemos en
la vida es un aprendizaje diario. Cada error, cada acierto, cada alegría o cada tristeza, vienen de la mano de lecciones. Que muchas veces, son las lecciones más fuertes. Esas que quedan grabadas y que nos dejan marca para siempre. 

Lo mismo pasa con la gente. Muchas personas no se dan cuenta que nosotros pasamos por la vida de muchos y que esos muchos pasan por la nuestra, si o si, para dejar algo. Una enseñanza, un recuerdo, un dolor o una alegría. Pero sin duda, estas no se van a ir o no se van a quedar sin dejarnos algo. 
Nosotros no sabemos, como hemos influido en la gente. Muchas veces eso lo saben sólo las personas que pasan por nuestro camino. Hay personas que sienten que no han dejado nada en nadie, que han pasado por la vida, sin dejar una risa o un enojo, un buen recuerdo o hasta uno malo. 
Lo que no saben es que siempre se deja algo. Podemos incluso, sin nosotros quererlo, hacer cambiar a una persona, con tal solo mirarla mientras nos hace daño. El poder de lo que hacemos o decimos, puede influir de una manera importante en la vida de otro. Pero como no lo sabemos, nos sentimos poco valorados y pensamos que no hemos hecho nada, cuando en realidad hemos hecho mucho. 
Podemos con un sólo gesto, una palabra o un simple acto, hacer sentir bien a una persona, hacerla parte de algo, sin saber que esa persona se siente en ese momento poco valorada. Siendo que hay muchos que se desvaloran pensando que no han hecho nada y no se dan cuenta que ese detalle que hicieron, hace sentir bien a otro. Por así decirlo, los que sienten que no hace nada, hacen miles de cosas sin darse cuenta y el que lo está pasando mal, deja por un momento de sentirse así...
Son pequeños detalles, que uno hace sin notarlo, los que van dejando la marca en otra persona, son esos detalles, los que pueden cambiar a una persona, como a la misma vez alejarla para siempre de tu lado. 
Hoy día, como leí por ahí, hay alguien que se siente bien, porque tu le diste un cumplido y le cambiaste el día sin saberlo, o se acordó de un chiste que le contaste, cuando iba en el bus camino a su casa después de un largo día, y comenzó a reírse sólo. Quizás ese alguien de cualquier parte del mundo, escuchó una canción y se acordó de ti y así tantos ejemplos que puedo seguir dando.
Mi punto, es que no quiero, que alguien piense que nunca ha dejado nada en nadie. Todos dejamos algo y también están los que dejan algo en nosotros. Ya sea para bien o para mal. Si después el destino es que esas personas se alejen de nuestro camino para seguir el suyo. Está bien y si no es así, bien también. Pero el recuerdo o la enseñanza, quedan marcadas. Y el que no sienta que sea así, que mire un poco a su alrededor y vea más allá. Que busque en esos detalles, bien pequeños de los que están hechos los actos y verás como cambia tu opinión, sobre ti. Porque para eso es la vida, para aprender, para estar bien. Y las personas estamos para enseñar y aprender lecciones, aparte de saber querernos y saber querer al otro. 
Que quizás al principio, no lo tomemos en serio o creamos que no dejamos nada en nadie porque no logramos darnos cuenta, es una cosa. Pero que con el tiempo, estas toman el peso y el valor que les corresponde. Entendemos el valor que tenemos, abrimos los ojos y nos damos cuenta que es cosa de saber mirar y no solo ver...

jueves, 22 de marzo de 2018

Detrás de una sonrisa.

Se han dado cuenta que hoy en día las redes sociales, son prácticamente la base de todo lo que hacemos?... 
Ya sea desde informarnos, comunicarnos de la manera más rápida, ver a nuestros seres queridos que andan repartidos por el mundo y hasta para jugar. También nos sirve para hacer amigos, promocionar nuestros intereses, o simplemente sacarnos una foto y subirla a todas y cada una de las aplicaciones que tenemos en nuestro teléfono.  Es en este punto en el cual me quiero detener. Porque si bien las redes sociales, se usan para cosas buenas, también existen personas que quieren hacer creer al mundo mediante una foto, que viven una vida perfecta. Yo soy de las personas, que le encantan las fotos, y le gusta subirlas a las redes sociales. No para mostrar que soy feliz y tengo una estela de felicidad que me persigue (admito que alguna vez lo hice para demostrar algo que no era, ahí estuvo mi error)... No . Lo hago porque me gusta, porque me entretiene y de alguna manera me conecta con los míos y así ellos pueden saber de mi. 
Pero se han preguntado que hay detrás de las fotos más perfectas que puedan ver. Con los mejores filtros, las mejores decoraciones y las mejores sonrisas...
Será siempre así?, será que realmente esas fotos demuestran lo que describen? O sólo lo hacen para buscar un poco de aceptación?. Quizás hay personas que se sienten solas y la única manera de buscar compañía es a través de "Likes". 
Muchas personas, juzgan por una foto. Pueden no haberte visto en años, pero basta una foto, para literalmente "sacarnos la foto" y adivinar todo lo que pasa en nuestra vida. Piensan que por una sonrisa bien linda que se vea, soy como dije antes un unicornio esparciendo felicidad. 
Las personas, son buenas para juzgar, si no es por lo que dices, es como te ves, si no es por lo que haces, es por lo que dejas de hacer y así sigue y sigue. Han pensado en que todos y cada uno de nosotros, tenemos problemas, tenemos alegrías y que de estas mismas se hace nuestra vida?. 
Hace un tiempo atrás hice un blog llamado "Detrás de mi ventana" , que trataba un poco lo mismo. ¿Nos damos el tiempo para realmente interesarnos en el otro, en el que está allá detrás de otra ventana o cámara en este caso, que no es la mía? O somos tan autorreferentes que no vemos más allá de nuestras narices y no logramos darnos cuenta que detrás de una foto con una sonrisa, hay una historia, quizás de mucho dolor como también hay alegrías, pero no nos damos el tiempo de querer interesarnos por ellas?.

Todos juzgan, todos te dicen que hacer, todos te dicen, "vamos para adelante", pero al ritmo de ellos. Te ven en una foto, y ya están decidiendo que hacer contigo, que decirte, como ellos decidan, no hay ni siquiera el tiempo para que te pregunten a ti, como quieres hacerlo. No te dejan decir. "Déjenme sanar". A mi tiempo, a mi ritmo, a mi manera. 
Si al final vamos a encontrar la manera de hacerlo. Pero no como los demás quieren. Si no como yo quiera que sea para estar bien.
No porque sonría, mi vida es perfecta, si sonrío, es porque soy fuerte, porque tengo momentos en que si soy feliz  y porque encuentro las fuerzas y la valentía para seguir adelante. Porque sé que vale la pena, porque quiero hacerlo (No porque me lo ordenen) y porque quiero sentirme así. 
Todos podemos pintar un cuadro precioso es una foto, pero eso no significa que en realidad combine con nuestra vida. No juzguemos, no lancemos comentarios sin saber. Porque podríamos herir a alguien, que vive sus propios tormentos y está tratando de ver la vida de otra manera. No dejemos que una simple foto o una simple sonrisa, de una puerta para afuera o detrás de una cámara, nos hagan juzgar cosas que realmente no son.  Aprendamos a interesarnos por alguien de forma real. Un "Como estás"? pero real, no por compromiso, puede cambiar el día de alguien... Menos juzgar y más interés. No nos dejemos llevar por pequeñas cosas, que no muestran muchas veces la realidad.

lunes, 19 de marzo de 2018

No es egoísmo...

Aquí estoy, con mi café en la mano, escuchando mi música favorita, dándome el espacio para pensar sobre ciertos temas que andan dando vueltas en mi cabeza.
Como todos saben, nadie es perfecto, ni hasta el que más se lo cree lo es. Mucho menos yo. Y es en este caso, que quiero hablar de un defecto que yo tengo y que estoy tratando de revertirlo. Dejar que la gente se meta en mi cabeza, con sus comentarios, opiniones ( no pedidas por mi, obvio), es algo que la gente hace mucho y a mi me afecta, lo que las personas puedan decir o no de mi.

Hace años atrás yo pensaba que si cambiar en base a lo que decían los demás, me servía para ser más querida, me iban a notar más y hasta incluso podía conseguir un poco más de cariño, me iba a servir e iba a ser más feliz.
Era bastante ingenua, porque por mucho que yo lo hiciera, esos comentarios, no se calmaban, no tenía más cariño y aparte tampoco me notaban más.
Yo pensé que había superado eso de "No me importa lo que diga el resto" , pero con hechos recientes pude darme cuenta, que si es verdad , no me afectan de la misma manera que hace años, pero sin embargo no dejan de afectarme.... Eso me molesta, no con el resto si no que conmigo. Porque si ya había pasado por varias en mi vida, era como para aprender, pero me doy cuenta que aún me falta. Así que estoy poniendo esto en practica. 

Me estoy poniendo egoísta. Así se podría llamar... 

Si... Egoísta dicen algunos, pero no en un mal sentido a mi juicio. Aquí les explico porqué.

Por qué se puede pensar que soy egoísta???

-Por pensar en mi antes que en otros.
-Por buscar mi propia felicidad?
-Por alejarme a consciencia de personas y situaciones que hacen de mi vida una más amargada?
-Por no importarme (Estoy trabajando más en esta) la opinión de otros más que la mía? (No vivo de ellos, ni ellos de mi)
-Por de vez en cuando querer estar sola, en mi mundo, con mi música, sin tener que darle cuentas a nadie.
-Por no tener y no querer dar explicaciones sobre lo que hago, dejo de hacer, por lo que hice o por lo que no hice.
-Por ser simplemente yo. Sin mascaras, al natural, hasta fea me puedo llegar a ver. Pero sigo siendo yo. Incluso si a muchos, no les gusta, me quieran criticar y hasta me quieran herir (uno nunca sabe).
Hoy en día la mente de los demás no tiene limites, cuando se trata de hacer daño. No digo que todos sean así, hay mucha gente buena en el mundo, pero todos tenemos cerca a cierto tipo de personas, que de vez en cuando, hacen de tu vida, una más triste...

 En fin, puedo pensar en una infinidad de cosas, más situaciones sobre "ser egoísta"  que se me pueden ir ocurriendo, pero no quiero aburrir a nadie. Sólo quiero llegar al punto de todo lo que intento decir... 
Quizás se puede ver como egoísmo. Pero no lo es, no es egoísmo hacer todas estas cosas por ti mism@. Nunca se es egoísta cuando se trata de ser real, que es una de las mejores virtudes que podemos tener, y que a muchos les falta. Andar por la vida sin caretas, sin una mascara que diga una cosa de ti, cuando en realidad eres otra. 
Y si necesitas hacer estas cosas, para estar bien contigo mism@, entonces si puedes ser "egoísta". Si alguien te lo reprocha, es su problema, no el tuyo. La tranquilidad mental de andar por la vida sin fingir, no se compara con nada. Es un peso menos que se va de nuestra mochila y no le damos en el gusto a personas que usan nuestra cabeza, como casa de veraneo. La mía se cerró para eso. Así que si tienen algo que decir de mi, pueden decirlo, con todo el derecho, pero ahí veo YO si hago que esas estupideces, destruyan mi tranquilidad. No voy a hacer pedazos mi mente, por mantener la de otros completa. Todavía me falta, pero ya escribir sobre esto, me ayuda a estar mejor... Y como dicen por ahí "no se puede correr antes de caminar"... 
Y si para otros se ve egoísta de mi parte, yo no lo considero así... No, no es egoísmo, sólo es amor hacía uno mismo.  

sábado, 10 de marzo de 2018

Malos comentarios 3.0

Todos saben que la mayoría de las veces, mucho de lo que escribo viene más que nada de experiencias pasadas o situaciones de mi diario vivir. Cosas que me pasan a mi y que al sentirme ya tranquila con ellas, las escribo, para ver si a alguien más le sirve lo que yo pude aprender de ese momento. 
Me gusta hacerlo de esa manera porque así lo siento más personal, y no como si fuese sacado de un libro.
 En esta oportunidad ocurrió una situación, que me a pasado otra veces, pero que cada vez que ocurre siento tanta impotencia y rabia, que tengo que volver a insistir con este tema.

Malos comentarios... Prejuicios. El ser cruel a tus espaldas sin realmente conocerte.
Eso me molesta de sobremanera. Porque por más que haga o deje de hacer hay personas en este mundo que basan su vida en criticar la mía. Buscan perder su tiempo hablando de mi o de otros que mirándose al espejo y buscando sus propios errores. Así como haciendo su propio mea culpa.
Puedo sonar molesta al escribir esto, lo estuve y mucho (Hasta me pegué un lagrimón por ahí) Para los que son de otro país, quiere decir que lloré. 
No por que hablaran de mi, si no porque hablan de mi sin conocerme. Y sin conocerme no me refiero a que no me conozcan en persona, si no que no conocen a la persona dentro de mi, porque jamás tuvimos un pequeño tiempo de sentarnos a conversar. Se basan en lo que ven y en lo que yo dije o no pude haber dicho unos 10 años atrás. (Que motivos tan pesados como para criticarme. oh por Dios estoy en Shock!). 
Enterarse de eso, saber que hay gente que todavía habla sin saber, me da para pensar 2 cosas. Número uno. Soy muy importante en su vida, o número 2. No tiene nada más que hacer...

Mi trabajo no era averiguar eso. Mi trabajo aquí es ver que hago yo con esto. 
Y tenia 2 caminos. Enojarme o Aprender.
Si soy honesta, tomé los 2. (También soy sensible). 
Como dije antes pasé por varios sentimientos. Por rabia, impotencia, incertidumbre de no saber porque hablaban de mi sin yo haber hecho nada, llanto de una mañana completa, cuestionamientos de mi misma, siendo que eso no debería pasar si uno se conoce y se respeta y no dejas que la gente entre en tu cabeza. (Ahí me enojé, pero conmigo, no con otros) 
Y luego ya con más tranquilidad, con consejos de un cercano a mi (INI) y un café (Of course!) pasé al camino número 2. El "Aprender". Esto me vuelve a enseñar que no importa lo que hagamos o dejemos de hacer, hay personas en este mundo que gastan su vida mirando la del resto, sólo tenía que volver a recordarmelo. ¿Por que ellos lo hacen?... No lo se,quizás por falta de amor propio, por soledad, por ser intrus@s, ahí ya vayan a saber ustedes. Eso no me corresponde a mi averiguarlo. Lo que a mi me corresponde  es reponerme, acordarme quien soy y cuanto valgo y dejar que esos mal intencionados comentarios pasen de mi sin quedarse en mi cabeza. Esa es la importancia que le doy a personas que no lo valen y esa es la paga que ellos reciben al hablar de mi. Una hermosa indiferencia. 
Porque como dicen por ahí, "No importa lo que digan de mi, yo mejor sigo cantando mi propia canción". Lo mejor que hay, es ser uno mismo, ser únicos es lo que nos hace especiales y mejores, No dejen que malos comentarios se metan en su cabeza, cuando ustedes ya saben lo que valen y lo que son.

domingo, 4 de marzo de 2018

Nadando contra la corriente.

Llevaba mucho tiempo sin poder escribir. No sabía la razón. Estaba bloqueada, todo lo que pensaba me llevaba a lo mismo y estaba atascada como en un callejón sin salida dentro de mi mente. No me gusta esa sensación, porque al no saber que escribir es como si no pudiera expresar lo que siento. Si estoy bien o mal, feliz o triste. No tenia palabras para expresar lo que me pasaba. Por más música que escuchara o cafés que me tomara. Las ideas nuevas no querían llegar a mi mente.

Decidí relajarme y dejar que pasara todo este tema. Entendí que no estaba pasando por un buen momento y que si no me salía lo que necesitaba, era simplemente porque ese no era el momento de hablarlo. 
Entonces deje de nadar contra la corriente. Dejé de forzarme a hacer algo cuando sabía que si lo hacía de mala manera o insegura, seguro no iba a salir como yo quería. Dejé que los días pasaran. Me tomé mi tiempo y recién hoy en la mañana, sin yo quererlo se me vino algo a la mente. Es un poco contradictorio. Porque yo dejé de luchar contra la corriente para escribir, me tomé un tiempo, dejé a mi cabeza relajarse y no la forcé a hacer algo a medias. Decidí en cambio, luchar por otra de las corrientes que vivía en mi cabeza. 
Traté de buscar la "Resiliencia". Quizás la palabra es muy rebuscada. Hasta cuesta pronunciarla. "La Resiliencia, es la capacidad que tenemos los seres humanos de adaptarnos positivamente a situaciones adversas".
Y eso fue lo que empecé a hacer. Tengo un gran ejemplo al lado mio que yo considero que maneja este tema a la perfección. Y entendí que para poder llegar a escribirles hoy día, tenía que ir un paso a la vez y estar bien con todo lo que estaba pasando a mi alrededor, para así tener cabeza y enfocarla sólo a esto.

Me di cuenta que las personas estamos hechas para nadar contra la corriente, lo he ido comprobando con el tiempo, mientras más problemas, que si nos tiran al suelo, nos hacen sufrir y por un momento vemos todo negro, de un momento para otro, nos levantamos, sacudimos los problemas y volvemos a salir adelante. 
Yo sabía que esa capacidad existía en mi, no sabía lo fuerte que era. También se que existe en todos ustedes, lo que pasa es que muchas veces esas personas no logran verlas porque creen que los problemas no acaban y ven todo negro. Y está bien, yo lo entiendo, he estado ahí, teniendo ese mismo miedo de pensar que los problemas no acaban y teniendo esa angustia en el pecho, que piensas que no se va a ir. 
Pero se van, los problemas en algún momento si se van y ahí es cuando nos damos cuenta de lo fuerte que fuimos, que somos y que no sabíamos que eramos. Son esos momentos de la vida, los que nos muestran un lado desconocido de nosotros y del cual hay que sentirse bien orgulloso y bien feliz de lo que somos capaces de hacer.

Si el tema es este...

Estar bien, querer estarlo, querer ser feliz, no es una carrera que se estudia en la universidad. No es como que existan asignaturas llamadas "Como ser feliz 1,2 y 3". La felicidad no viene en un libro de recetas. No se cocina en el horno, y luego se come y se es más feliz. 
A mi juicio, es un tema de actitud. No es que vayamos por la vida esparciendo felicidad como si fuéramos unicornios. Si no que podamos intentar mirar ciertos problemas, con una actitud distinta a lo que siempre hacemos. Podríamos juntar esa Resiliencia que tenemos con un poquito de felicidad, con una actitud distinta, y así quizás podríamos ver las cosas de otra manera. Sanarnos por dentro y dejarle espacio a problemas que sean más importantes y requieran más nuestra atención. Nos merecemos esa tranquilidad mental, lo necesitamos y además se la regalamos a nuestros cercanos.
Quizás todavía no encontremos lo que andamos buscando, pero no tenemos que desesperarnos. Yo lo hice. estaba loca por escribir, porque si no lo hago, para mi es un problema grande, porque cuesta que me desahogue si no lo consigo. Pero dejé de torturarme buscando algo que decirles y que me saliera mal, y le di un espacio importante a problemas y sorpresas que necesitaban más mi atención. Me ayudó bastante, vi a los míos salir de algunos de sus tormentos y esa tranquilidad dio sus frutos.

La espera valió la pena, porque hoy de todo eso que me pasó, puedo sacar conclusiones buenas, que me dejan tranquila, que son bonitas  y que de seguro a más de alguien que está viviendo algún problema y no sabe como afrontarlo estas palabras le van a servir. 
Al final, dejar de nadar contra la corriente por un lado y seguir nadando por otro, dio paso a lo que hoy les expongo aquí.  No apresuren nada. Nos ahogamos en un vaso de agua, por problemas que quizás hay que dejarlos ahí por un momento, hasta que los más grandes, ya pasan de negro a blanco. Es en ese momento cuando podemos hacernos cargo de ese mosquito que tanto nos estaba molestando y en mi caso, hacer de estas palabras un desahogo para mi y una ayuda para ustedes.

jueves, 18 de enero de 2018

Ponte en mis zapatos, que yo me pongo en los tuyos.

Todos tenemos distintos pensamientos. Eso se da por hecho porque todos somos distintas personas, y nuestras opiniones son tan distintas como lo somos nosotros. Muchas veces nos va a pasar, si es que ya no nos ha pasado en que no vamos a coincidir en los temas de conversación, o muchas de las cosas que hagamos las personas no las van a entender, porque no entienden nuestros motivos.
Todos somos como somos (suena raro jaja), por un motivo en particular. 
Nadie tiene su personalidad específica por nada. La vida, sus problemas, su alegrías, van haciendo de nosotros las personas que todo el mundo conoce.
Lo que pasa es que muchas veces te juzgan por tu manera de ser, o por lo que haces o dejas de hacer, si antes darse el tiempo de ponerse en tu lugar.

Por ejemplo en mi caso. Muchas veces la gente no entiende el motivo de ciertas actitudes mías. Yo tuve un cambio. Hoy me dicen que soy fría, distante, muchas veces prácticamente para las personas tengo corazón de piedra. Eso es lo que soy para algunos. Pero se dieron el tiempo de saber el motivo por el cual soy así? Todos juzgan sin haberse puesto en mis zapatos. Sólo critican la consecuencia que dejó ese momento doloroso en mi vida, como para que yo cambiara de actitud. Y para las personas es más fácil ver mi actitud final, que querer saber de mi, tener esa empatía que tanto falta y logran entenderme en vez de juzgarme.

Como yo, hay muchas personas, con ciertas actitudes que, la vida misma, sus penas, sus alegrías y el tiempo, se las fue dando. Muchas veces no coincidimos y preferimos juzgar SIN SABER antes de sentarnos a conversar y tratar de entender al otro. Es más fácil de esa manera, es más rápida y no nos causa mayor problema.

Si a nosotros nos molesta, que nos prejuzguen, entonces porque nosotros lo hacemos con el resto?

Porque hacemos lo que no nos gusta que nos hagan?. Todos sabemos que en la vida, nos vamos a encontrar con diferentes tipos de personas, con diferentes historias. Muchas no nos van a gustar, o no vamos a estar de acuerdo en opiniones. Pero eso no nos da el derecho de juzgar ni rechazar a alguien sin saber su historia. 
Hay gente que trae heridas en su alma desde que son niños, que aún no son capaces de cerrarlas y están en proceso de (Por eso sus acciones). Hay personas en cambio, que logran cerrar su heridas, más rápido que otros y logran estar mejor (Por eso sus acciones). Y hay algunos que se creen con el derecho de juzgarnos, por lo que somos y no somos, por lo que hacemos o dejamos de hacer o por lo que nunca hicimos.
Yo no se quién les dio el derecho de creerse superiores y hablar de ti como si conocieran mejor tu vida que tu mismo. Me llega a dar risa escribirlo, porque es así. Hay gente tan entrometida (por no decir una grosería) que prefiere vivir de los dramas del otro y más encima juzgarlos, que hacer un mea culpa y revisar su propia vida, en busca de respuesta sobre sus actitudes. El porque son como son, y que los llevó a eso. Si no que prefieren ser del tipo cruel, que no tienen nada mejor que hacer, que vivir criticando al otro, sin mirar su propia historia, como si esta fuera nada más que perfección.

No hay que juzgar sólo porque no logras entender la vida o el sufrimiento del otro.

Eso es lo rico de ser todos distintos, que tenemos la posibilidad de aprender del otro. Nutrirnos de sus historias, de otras enseñanzas. Para así aprender de estas y nosotros ser mejores personas, para que después otros puedan aprender de tus historias y aprender de ti y de tus experiencias.
La empatía, el ponerse en los zapatos de otro es como dicen por ahí y en lo que realmente estoy de acuerdo. "Es escuchar con los oídos de otro, ver con los ojos de otro y sentir con el corazón del otro". Nada más fácil que eso. Y para ponerlo en práctica debemos empezar por nosotros, aprender a aceptar a los que no tienen nuestros pensamientos y lograr entenderlos, de manera que al hacer un juicio, este se haga con fundamentos, no sin saber y en la más absoluta ignorancia. 
Porque lo que para ti un tipo de problema, es como un una pequeña roca, para otros son una montaña completa. No digo que debamos estar de acuerdo con lo que piensa el otro, si no que podemos respetarlo y lograr ponernos en su lugar y no juzgar. Porque al juzgar sin saber, sólo le damos paso y un camino abierto a la ignorancia, del cual nos cuesta tanto salir por ser muchas veces tan cerrados. Porque uno no sabe como funciona la cabeza de la otra persona y cual es su nivel de fuerza a la hora de enfrentar un problema.

Sentir con el corazón del otro... 


Ojalá y más gente lo hiciera, porque la empatía, como dicen por ahí es una cualidad de nuestros sentimientos que podría definitivamente cambiar el mundo y nuestra manera de verlo.

Así que yo me pongo en tus zapatos, porque entendiendo, respetando, escuchando y no juzgando, queda de lado la ignorancia, el prejuicio y la maldad. Y le damos paso a la tan desaparecida y buscada aceptación. Que tanto necesitamos hoy en día. 
Respeto y entendimiento de que todos somos distintos. Que son nuestras historias y vivencias lo que lo prueban. Y que de eso distinto viene lo rico que tenemos cada uno. Lo importante de ser tan distintos, es que eso precisamente, nos hace a todos iguales.
Ponte en mi zapatos, inténtalo, que yo me pongo en los tuyos, quizás tengamos más en común de lo que pensamos.

domingo, 14 de enero de 2018

Yo escojo 2.0

Hace unos días, daba un paseo cibernético por mis redes sociales, cuando de un momento a otro me topo con una frase, que al principio no le encontré mucho sentido, pero que al paso de los días, esta lo cobró rápidamente.

Decía así...

"La decisión más fuerte que tomamos cada día, es tener un buen estado de ánimo".

Al principio no le encontré mucha razón, porque yo pensaba que no era nuestra elección el tener un buen ánimo o no. Si no que de las circunstancias del momento.
Pero después lo pensé y a mi gusto encuentro que tiene mucha razón. Porque a pesar de que no todos los días son buenos, es más, hay algunos que ni siquiera dan ganas de recordarlos, porque de sólo hacerlo, volvemos a pasarlo mal. Si es opción de nosotros el tener un cambio en nuestro ánimo. Si está en uno querer comenzar el día de buena manera. Sabiendo que los malos ratos, pueden venir en cualquier momento y es inevitable pasarlo mal.

Al tener una buena actitud, un buen ánimo, le cambiamos la cara al día. Lo hacemos más amigable. Aún sabiendo que  los dramas están ahí, como una sombra, pero tratando de opacarla con esta actitud. 
Porque por lo menos tenemos la disposición de poder estar bien.
Porque al levantarnos enojados con el mundo y tener una mala actitud, aparte de traer malos momentos, tener esta actitud no nos asegura para nada que nuestros problemas van a tener una solución inmediata.
Al contrario, lo único que hacemos es agregar un problema más a nuestra mochila (Ya pesada) , por ese mal humor que al final, no nos lleva a nada.

Si eres uno de los que lee y me conoces en el diario vivir, seguro me dirás ¿"Porque no todo lo que dices te lo aplicas a ti misma"?.
La verdad es que soy muy gruñona.
Los que me conocen, lo saben y me cuesta mucho andar con un ánimo óptimo todos los días. (Igual tengo mis motivos) Pero eso no me justifica a la hora de hacer mi día uno más difícil de lo que muchas veces ya es.
Por eso hoy escribo. Porque después de que leí esta frase y me hizo pensar, hago de este blog un recordatorio para mi y para el que necesite.
Tengo mis penas, mis propios problemas y muchas veces lo paso más mal que bien en muchos sentidos. Pero no todos mis días son malos. Y los que lo son, si ya están grises, no tengo para que pasarlos a negro. No lo merezco y mi entorno tampoco lo merece.

Uno no sabe cómo puede influir en la vida de otra persona. Muchas veces basta con una sola  palabra, para hacer el día de alguien uno muy bueno o un asco. Porque lamentablemente cargamos nuestros dramas con otros, cuando ellos aparte de no tener culpa, ya vienen con su propia mochila llena de problemas, como para venir nosotros y cargarla más.
Entonces, si yo salgo de mi casa con la disposición de tener una actitud adecuada. (Tampoco andar saltando en la calle) Teniendo el cuidado de no herir a nadie sólo porque yo ando triste o enojada y hacer de todo eso una mejor actitud en mi, para poder hacer de mi día y del resto uno mejor, tengo la mitad del trabajo hecho, porque saco de mi mochila y de mi carga una mala actitud. Un mal ánimo que lo único  que traería, serían malos ratos que puedo fácilmente ahorrarme y ahorrarle a otros. Cosa que es muy buena, porque es un lindo gesto de parte de uno, el preocuparse del otro. Por lo menos a mi me gustaría que lo hicieran conmigo.
Nadie dice que es fácil, es una decisión difícil... Tener buen ánimo todos los días.
Seguro que es bien difícil... Pero no imposible.
Yo escojo.

jueves, 11 de enero de 2018

El día al revés.

Todo el que me lee sabe más o menos a lo que está enfocada esta página. Soy bien defensora, de los que son a los ojos del mundo "distintos". Sea cual sea el motivo de esta diferencia, que muchas veces la gente ocupa en contra de estas personas. Me considero parte de ellas, porque mi diferencia hace que muchas personas de vez en cuando me discriminen u otras muchas veces me adoren. (Ahí ya es a gusto de la gente).
Lamentablemente este mundo se basa en etiquetas y estereotipos impuestos por personas o mayorías que creen que si no eres o tienes algunas de estas características y te sales un poco de la linea de sus prototipos, sencillamente eres discriminado. Así de fácil, sin asco no encajas, y las personas no se hacen problema en hacer que tu lo sepas, muchas veces de la peor manera posible y con la mayor humillación del mundo.

El problema es que muchos de nosotros cometemos el constante error, de querer entrar en esta sociedad ya establecida, por estos estándares que muchas veces ni siquiera nos gustan, pero los aceptamos solo para no sufrir más de la cuenta con malos ratos y humillaciones. Sólo para ser aceptados y tratar de encajar.

Así que me puse a pensar (Si, otra vez pensando!) y comencé a imaginar una situación que en realidad si fuera cierta, podríamos lejos entendernos mucho más...

Imaginen que un día (Así fantaseando) nos despertamos y todo el mundo fuese al revés?

Así de simple, todo cambia. Los estándares de belleza son distintos, hay más gente de raza negra que de raza blanca, o hubiesen más homosexuales que heterosexuales. Cambia de tal manera que los que se creen más lindos, se sentirían discriminados. Porque los que ellos llaman minoría, estarían siendo esa mayoría que no los aceptan porque no logran encajar en este nuevo estándar. Sentirían ese rechazo que muchos de nosotros muchas veces hemos sentido. Esas miradas, esos consejos que nadie pide y que en la realidad son los que ellos nos dan, sin que nosotros lo hayamos pedido.

Si existiera un día así, no creen que nos entenderíamos más?. Habría mucha más empatía, aceptación y menos prejuicios?. Porque podrían ponerse en nuestros zapatos y así entender que si somos diferentes a esos estándares que están impuestos en el mundo, primero no es culpa nuestra y no nos hace malos o rechazados. Nos hace ser personas comunes y corrientes. 
Seríamos más tolerantes, porque nos daríamos el tiempo de conocer personas que muchas veces no nos gustan, porque a nuestros ojos, son los que no les gustan.
Piénsenlo de esta manera, nosotros como personas somos todos las mismas historias con distintos matices. Personas que a los ojos de algunos son completamente opuestas, pero que en realidad pueden ser lo más parecidas del mundo, pero por nuestros prejuicios, no nos damos el tiempo de conocer. o si no de donde viene el dicho "los opuestos se atraen".

Ahora...

También existen las personas que son de esta mayoría, que también por miedo al que dirán y por miedo a tener que salirse de este circulo tan preciado del cual les costó tanto entrar, no intentan, por más que quieran conocer a una persona "distinta" a ellos. Sencillamente no gastan su tiempo con eso y prefieren, seguir en círculos superficiales, donde todos son iguales a los otros y donde la originalidad, ni siquiera es una palabra en su mundo. 
Sólo logran aceptarse entre ellos y viven en una mentira que donde lamentablemente, en secreto, se discriminan mutuamente.
Donde esconden todas sus inseguridades en molestar al otro.

Si este mundo un día fuese al revés, nos encontraríamos con tantas sorpresas. En un sólo día podríamos darnos cuenta y entenderíamos que no hay NADIE en este mundo que no sufra discriminación. Hasta el más guapo/a o el más flaco/a tienen sus defectos y tristezas. No importa el dinero que tengamos o el color de piel. El "rico" no es más que el "pobre", ni el "blanco" es más que el "negro". Sólo somos personas, con historias diferentes. No deberíamos tener sobrenombres, ni deberíamos recibir malos comentarios y menos ser humillados. Porque nadie tiene el derecho a humillarte, porque mereces querer y ser querido. Mereces el mismo respeto que todos y tienes también la obligación de respetar, porque es hacia ambos lados y para exigir respeto hay que predicar con el ejemplo. 
En vez de buscar tanto la aceptación por personas que se creen con el poder de dártela. Date el tiempo y el gusto de conocer personas diferentes a ti. Te aseguro, que las sorpresas que te vas a encontrar, sólo traen cosas buenas y aprendizaje a tu vida.

Basta con un sólo día de que todo fuera al revés y se darían cuenta de lo increíble que es ser diferentes, y que no deberían cambiar. Porque eso distinto que tenemos, tiene ese "no se qué" que llama tanto la atención. Y que mejor, que mostrarle esas diferencias al mundo en vez de esconderlas.

jueves, 4 de enero de 2018

Y si fuéramos amables?

La vida perfecta no es... Creo que hay más malos momentos en la vida, que buenos.Cuesta creer  que todo estará bien, cuando lo único que vez a tu alrededor son desafortunadas situaciones. 
Cuando eramos niños, los problemas no existían, era otro mundo, uno mas dulce e inocente. Donde muchas veces todo era juego. De esos juegos sanos, donde no había maldad, mala intención, envidia, mentiras y sufrimiento.

Hoy en día, muchos de esos niños que alguna vez fuimos, hoy somos adultos y vamos por la vida con una historia atrás, llena de sufrimientos y alegrías.

Las personas hoy no se dan el tiempo, de escuchar al otro, de preguntar como estás?. Pareciera que se nos olvido que no sólo somos los únicos que van por la vida con una mochila encima.
Se nos perdió el respeto, la tolerancia, la empatía con los demás. No tenemos, tino, para decir las cosas. Hablamos mal del otro y la mayoría de las veces lo hacemos sin saber. Sólo nos dejamos llevar por el rumor y juzgamos sin asco de hacerle daño a otro.

Muchas veces no nos damos cuenta del daño que podemos hacer. Podemos arruinarle el día a alguien por algo de lo que ni siquiera tiene culpa, solo tuvo la mala fortuna de encontrarse contigo en TU mal día y no en SU mal día.

Es mucho peso demás para agregarle a nuestra mochila, saber que le hacemos daño a alguien. Hace que nuestros sentimientos sean cada vez más pesados y nos cueste más salir de ese estado.
No cuesta nada ser amable, las personas no tienen la culpa si un día tu te levantaste con el pie izquierdo. El mundo no es culpable, si tienes rabia porque se te quebró una uña (Dolor interno, pero no culpo al resto) o porque pisamos caca de perro (Esa es culpa nuestra, corre por parte de nosotros). 
Si fuéramos un poquito más amables, por lo menos lo intentáramos. Si escucháramos más y habláramos menos. Podríamos darnos cuenta, que todo el mundo lleva sus penitas dentro y que esas mismas personas no tienen la culpa de las nuestras, y es por eso es que no deberían pagar el precio de ellas.
Al ser amables con las demás personas, nos estamos enseñando a ser amables con nosotros mismos, y a la vez le enseñamos a otros a poder serlo también. 

Los momentos más difíciles para ser amables con otros, son cuando nosotros estamos mal, cuando estamos teniendo un mal día y queremos culpar y condenar al mundo. Es en ese momento cuando ser amable con otros, sólo nos hace sentir mejor a nosotros y nos hacer ser mejores personas, porque logramos aprender a separar las cosas y logramos entender, que el mundo no es culpable de muchos de nuestros problemas. Eso nos hace crecer y nos hace ser mejores. 
Hacemos un bien, al entregarle al mundo un poquito más de respeto y amabilidad.
Valores que con el tiempo se han perdido, pero que no son imposibles de recuperar. Porque quizás los sentimientos de los otros no signifiquen mucho en tu vida, pero en la vida de ellos lo son todo, y no somos quien para pisotearlos. 
Así que antes de tratar mal a otro porque TU estás teniendo un mal día, ocupemos la cabeza y no el estómago para hablar. Ese es un mal que lamentablemente muchos no logran controlarlo.
Ojalá y logremos darnos cuenta que los otros también pueden estar teniendo un mal día y no necesitan más malos ratos encima de los que no les corresponden.