Translate

lunes, 27 de abril de 2020

El virus solitario.

Hace más de un año que no me sentaba frente a un computador para estar escribiéndoles a ustedes... sentía, que ya había dicho de todo sobre lo que tenía que ver con el amor propio, el estar bien, el querer estar bien y tantos otros temas de los cuales se han hablado en este blog.
Pero hoy la situación es distinta. Distinta de todo lo que hemos enfrentado antes de la vida. Por eso me siento aquí hoy. Esta es mi excepción a la regla. Llegó a nosotros la pandemia de una enfermedad, que nos ha hecho un daño físico y psicológico que creo para muchos será irreparable por mucho tiempo. Una enfermedad solitaria, que nos hace alejarnos de los que queremos,que te deja en una cama de hospital sin derecho a visitas y sin derecho de abrazar a los que quieres.Que en muchas ocasiones no te deja ni siquiera a despedirte de aquellos a los que amas. Que nos hace salir con mascarillas a la calle y si es necesario, pasar más de dos meses encerrados en la casa (como me pasó a mi) y quién sabe cuanto más. Hace mucho que no veo a personas que quiero y hoy en día, cuando deberíamos estar haciendo más calidad de vida y menos celular, estamos haciendo todo lo contrario. Hoy en día el celular es extremadamente fundamental para mantenernos comunicados y enviar y a la vez recibir tanto cariño que se pueda.
Esto nos va a cambiar para siempre. Cuando pasen los años y miremos hacía atrás, nos vamos a dar cuenta que en realidad lo que necesitábamos no eran viajes, dinero, autos, lujos y comodidades.... En realidad, lo que necesitábamos eran abrazos, cariño, amor, solidaridad, respeto, coraje y valentía. 
Esto no está enseñando que las cosas simples de la vida, son las que en realidad valen la pena y al parecer no lo estábamos viendo. Tenía que venir una pandemia desgarradora para darnos un escarmiento y entenderíamos de una vez por todas de lo que realmente vale en la vida.
Todo esto que hoy está sucediendo, nos hace aterrizar, pegarnos fuerte en el suelo, para luego volver a levantarnos y poder ser mejores personas. Más humanos, mas amables , más generosos y menos soberbios. 
Hoy en día no es mucho lo que podemos hacer. Tenemos que tomar los resguardos necesarios para poder sobrellevar esto el tiempo que sea necesario y poder en un futuro, que para ser honesta no sé si esta vez será muy cercano, poder abrazarnos. Poder tomarnos un café sin una distancia entre ambas personas, poder regalar amor a diestra y siniestra y para nunca olvidar todo lo que esto nos ha enseñado.
Esta es una de las pruebas y enseñanzas más fuertes que yo creo hemos tenido en la vida. y vamos a tener los cojones suficientes para superarla... No están solos, aunque esta enfermedad solitaria así lo quiera por ahora. No estamos solos... Estamos más unidos que nunca. 

Por ti, por tus padres, por los míos, por tu gente, por la mía y por mi. 

R.

No hay comentarios:

Publicar un comentario